
El pensamiento estratégico, en sus inicios, comenzó a hacer carrera en el ámbito del marketing. Sin embargo, es perfectamente aplicable a otros ámbitos, además en el mundo de los negocios o en el campo laboral. En realidad, se trata de un enfoque útil que se podría practicar en cualquier área.
Se define como pensamiento estratégico al enfoque que mira el hoy con perspectiva de futuro. En otras palabras, aquel que es capaz de anticipar el efecto de las acciones, una visión a largo plazo, creativa y orientada al logro de objetivos puntuales.
Como el propio nombre lo dice, el pensamiento estratégico involucra una estrategia. Un plan de acción coordinado y enfocado hacia un logro relevante. En principio, este tipo de pensamiento se empleó en la guerra. Luego, en el mundo de los negocios. Sin embargo, como hemos dicho anteriormente se puede aplicar a cualquier tipo de propósitos.
“Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito”. Aristóteles.
Características
Lo primero que se debe decir acerca del pensamiento estratégico es que no se aprende con un manual. Muchos lo comparan con caminar, nadar o andar en bicicleta. No es algo teórico, sino que se aprende y afianza con la práctica.
Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com
